La prisa rompe el camino, y tú deshaces el resto de los días, y yo, recompongo las necedades y los desmayos; y tú te esparces como algo nuevo, y yo, me revuelco en los adioses; y tú, juegas a pedir palabras, y yo, a olvidarlas.
No sé cuál de las maneras deja inconclusa la canción que hace tanto tiempo no canto,
ni la obsesión de los tiempos y las frialdades, ni los desvelos, ni el silencio, ni el aborto de las manos rotas.
Voy a dejarme caer de espaldas, simplemente, a favor del viento, para que no puedan recoger mi absorto e impronunciable cuerpo. Voy a dejarme desvestir por las paredes a medio pintar, y me marcharé de prisa y sin mirar atrás… “como no es costumbre en mí”.
Jugaré sucio por una única vez, la última, y será como esconder el doble nueve en la manga de una camisa ajena, por eso será un juego sucio, porque dejaré la manga de la camisa de alguien a expensas de las palabras.
Bcn, 13 de marzo 2006
No sé cuál de las maneras deja inconclusa la canción que hace tanto tiempo no canto,
ni la obsesión de los tiempos y las frialdades, ni los desvelos, ni el silencio, ni el aborto de las manos rotas.
Voy a dejarme caer de espaldas, simplemente, a favor del viento, para que no puedan recoger mi absorto e impronunciable cuerpo. Voy a dejarme desvestir por las paredes a medio pintar, y me marcharé de prisa y sin mirar atrás… “como no es costumbre en mí”.
Jugaré sucio por una única vez, la última, y será como esconder el doble nueve en la manga de una camisa ajena, por eso será un juego sucio, porque dejaré la manga de la camisa de alguien a expensas de las palabras.
Bcn, 13 de marzo 2006
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